San Juan, Puerto Rico – No hay que saber bailar tango para quedar cautivado con este baile declarado patrimonio cultural de la humanidad, protagonista de escenas legendarias en el cine y de momentos mágicos entre parejas que armonizan sus movimientos al ritmo de la música. Por esta razón, la noche del jueves, 2 mayo, a partir de las 7:00 p.m., bailarines y espectadores podrán disfrutar por igual del evento “Milonga roja” en el centro cultural El Bastión.
La velada, que se realiza por segunda vez, contará nuevamente con la participación de la bailarina y coreógrafa puertorriqueña Sorely Muentes Méndez. En esta ocasión, su compañero de baile será el reconocido maestro y bailarín argentino Walter Pérez, quien cuenta con más de 30 años de trayectoria en el ámbito del tango social y el tango show. Además de acompañar a Muentes, el también fundador de la organización Friends of Argentine Tango en Nueva York, estará encargado de la selección musical de la noche.
Muentes se interesó por el tango gracias a su abuelo. Cuando era niña, lo veía escuchar la música con un profundo disfrute que quedó grabado en su memoria. Más adelante, cuando se adentró en el mundo del baile, quedó atrapada por la elegancia y teatralidad que lo caracterizan.
“Es bello ver cómo las personas se juntan a tener esas conversaciones de movimiento para pasarlo lindo. Las milongas a nivel de Puerto Rico siempre han estado, pero tratamos de que se den cada vez más para poder practicar”, explicó la bailarina, quien desea aportar a que la comunidad amante de este baile se mantenga y continúe creciendo.
Por su parte, Pérez se encuentra emocionado con apoyar este esfuerzo con su regreso a la Isla, que visitó por primera vez en 2001.
“Para mí es un orgullo estar en la isla participando de este show. La idea es que exista una comunidad tanguera que se pueda sostener. Seguir presentando actividades como esta para que el tango tome impulso”, sostuvo.
El bailarín indicó que el tango está evolucionando junto con la sociedad. En ese sentido, se están desafiando algunas normas que lo distinguen, como la idea de que únicamente el hombre marca el paso. Asimismo, se observa una mayor aceptación de parejas del mismo sexo en la comunidad tanguera. Otra novedad, es que cada vez hay más jóvenes interesados en el baile y en participar de las milongas.
Aunque algunos pueden pensar que es difícil aprender a bailar tango, Pérez opina lo contrario. Es más, asegura que es el mejor antídoto para la depresión, porque se trata de “abrazarse y caminar juntos con la música”.
Para Muentes, el tango —al igual que la salsa y el flamenco— es un baile rojo, porque evoca sensualidad, pasión y fuerza. Eventualmente, le gustaría crear un espectáculo que los reúna a los tres. Por lo pronto, hay tango para rato en El Bastión.
Quienes asistan podrán colaborar con un donativo de $15. El mismo puede realizarse a través de https://www.elbastion.org/product/milonga-roja-el-bastion/ o en la entrada el día del evento.