Incapacidad de desarrollo profesional, años sin aumento de salario, ausencia de ‘feedback’ , son algunas de las señales de que tu jefe te está despidiendo de forma silenciosa.
La mayoría de nosotros hemos oído hablar de la Renuncia Silenciosa o quiet quitting, pero ¿qué hay de quiet firing? Este término se refiere a los empleados que no son tenidos en cuenta. Incluye trabajadores que reciben poca promoción y no tienen oportunidades de desarrollo o crecimiento.
Esta práctica comienza a ser tendencia y tomar fuerza en el ambiente laboral de las organizaciones y ocurre cuando no se ofrecen opciones de crecimiento, capacitaciones, participación en nuevos proyectos, aumento salarial o incentivos que contribuyan a que el empleado se sienta a gusto en la compañía.
¿Por qué se recure a esta práctica? Muchas compañías y sus departamentos de recursos humanos prefieren ejercer presión activa o pasiva y que sea el trabajador el que por iniciativa propia renuncie a su empleo. Detrás puede haber motivos económicos, pero también puede estar el aspecto reputacional, es habitual que un empresario quiera que el mercado sepa que ha despedido activamente a una persona o talento.
El trabajador se sentirá “incompetente, aislado y poco apreciado” por lo tendrá la necesidad de buscar un nuevo empleo o buscar alternativas de auto-empleo. Por su parte, los gerentes o directores de departamento nunca tendrán que “lidiar con un plan de desarrollo u ofrecer una indemnización”.
Por lo general suele suceder que el empleado baje su rendimiento, aportación de ideas y desempeño de forma considerable, como resultado de la falta de apoyo, lo que les dará pie a sus supervisores para despedirlo o “dejarlo ir”. De acuerdo con The Washington Post, el despido silencioso se da cuando los empleadores evitan proporcionar todo menos el mínimo legal a sus trabajadores, posiblemente con el objetivo de lograr que estos renuncien.
¿Qué hacer si eres víctima de ‘quiet firing’?
Si consideras que está siendo víctima de esta práctica debes tomar la iniciativa e identificar acciones que le permitan conocer las oportunidades de desarrollo dentro y fuera de la organización. A partir de esta toma de acciones, eres el o la responsable de armar un plan de desarrollo y carrera, ya sea en esa organización u otra, o a través de diferentes medios que considere necesarios.
Si la empresa está descuidando al talento o el jefe inmediato está propiciando que se dé una situación de despido silencioso, Hay que tomar cartas en el asunto; exponer la situación con el área de recursos humanos y/o con el superior del victimario. Esto no significa que el empleado esté acusando a alguien o generando ‘chisme’. Muchos prefieren callar cuando se dan este tipo de prácticas, pero manifestar las fallas de la organización y de los líderes es crucial para que la empresa corrija los errores que se traducen en la fuga de su talento.
Se trata de una cuestión de reconocimiento. El trabajador no tiene perspectiva de crecimiento, no se le dan herramientas materiales ni se le ofrecen condiciones para que desarrolle de forma óptima su trabajo y ponga al servicio de sus tareas el máximo de su potencial. Esto influye en el estado de ánimo -que es decaído- y en la motivación. Vive con la sensación de estar desaprovechado, el autoestima como profesional se resiente y todo eso acaba en un círculo vicioso, porque el trabajador está mal, no está vinculado con la empresa. Al final, salen perjudicados tanto las empresas como los trabajadores.
El mayor valor de las empresas es su capital humano, por lo que no cuidarlo repercute en términos de productividad y eficiencia. Un trabajador feliz y que se siente cuidado por su empresa, es una persona más productiva, más creativa, con mayor capacidad resolutiva y más asertiva con sus compañeros. Es, en definitiva, una persona que hace mejor su trabajo y que además puede contribuir en mayor medida al crecimiento de la empresa.