El festival rinde homenaje a la visionaria directora que transformó el teatro en Puerto Rico, celebrando su legado en las calles de Santurce
Por Jorge J. Muñiz Ortiz
San Juan (EFE) – El barrio sanjuanero de Santurce, nodo de todas las vertientes artísticas de Puerto Rico, suma este fin de semana otro evento a sus 251 años de historia con el festival Campechada, dedicado a ‘la madre’ del teatro puertorriqueño, Victoria Espinosa.
Carlos Ruiz Cortés, director ejecutivo del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP) -organizadora de la cita-, dijo a EFE que Campechada es “una de las actividades más importantes” que se organizan en la isla “por el hecho de que todas las disciplinas y artes están representadas en un espacio público”.
Ese “espacio” al que Ruiz se refirió es, por primera vez en las 13 ediciones del festival, las calles urbanas de la isla, por lo que la organización y las autoridades cerrarán varias vías de San Juan para el desplazamiento de los asistentes y el montaje de escenarios para las presentaciones musicales.
Campechada es una “concentración” de arte
Para Ruiz, Campechada es también uno de los eventos “más esperados” del año por los puertorriqueños ya que “en un solo lugar puedes concentrar artes plásticas, lo visual, las artesanías, el baile y la música”, en este caso inspirados en Espinosa.
Los asistentes disfrutarán de unos 500 recursos culturales de distintas disciplinas, incluyendo exhibiciones, obras de teatro, estatuas vivientes, cine, conferencias, actividades infantiles, talleres y comparsas.
También podrán conocer más de las figuras artísticas que nacieron y desarrollaron sus carreras en Santurce como los salseros Ismael Rivera, Rafael Cortijo y Andy Montañez, quien es el encargado de dar el cierre a la jornada musical del sábado, mientras que el domingo está reservado para la icónica orquesta de salsa El Gran Combo de Puerto Rico.
San Mateo de Cangrejos, hoy conocido como Santurce y el único pueblo en la isla fundado por negros libres, es un centro artístico que alberga grandes instituciones de la pintura, el teatro y la música como el Museo de Arte de Puerto Rico, el Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré y la Sala Sinfónica.
Dedicado por primera vez a una directora de teatro
Será la primera ocasión que Campechada se le dedicará a una representante del teatro, indicó Ruiz en la entrevista realizada en la sala que lleva el nombre de Espinosa (1922-2019) en Santurce, y que colinda con el también teatro Francisco Arriví.
El nombre de Campechada proviene de la primera edición, que fue consagrada al pintor puertorriqueño José Campeche (1751-1809).
Desde entonces, se le ha dedicado a otros reconocidos artistas o humanistas como Francisco Oller, Rafael Tufiño, Myrna Báez, Rafael Ríos Rey, Elizam Escobar, Eugenio María de Hostos y Jesús Sánchez Erazo, mejor conocido como ‘Chuíto, el de Bayamón’.
Y figura inspiradora mayor del teatro que Espinosa fue difícil de escoger para dedicarle esta edición de Campechada, según aseguró a EFE José Robledo, documentalista e historiador de la legendaria directora de 126 obras teatrales que presentó en Puerto Rico, España y México.
Espinosa rompió el molde en el teatro
“Victoria provocó cambios en el teatro puertorriqueño. Ella me decía que marcó por ser una mujer, una mujer negra, que combatió mucho el tema del racismo e insertó los desnudos en el teatro”, destacó Robledo, director y especialista en Informatización de Bibliotecas en la Universidad de Puerto Rico, campus de Río Piedras (San Juan).
Fue en este mismo recinto donde Espinosa entró a estudiar secretarialdo en la década de 1940. Sin embargo, el teatro era lo que le apasionaba, pues “lo llevaba en la sangre” por la destreza de su padre, Eduviges Espinosa, quien escribía poemas aún siendo albañil en el mismo instituto.
En el recinto sanjuanero y bajo la mentoría y dirección de Leopoldo Santiago Lavandero fue que Espinosa desarrolló su carrera como directora de teatro, puesto que rigió con mucha exigencia por más de 30 años, pues según contó Robledo, los ensayos de sus piezas duraban sobre tres horas.
“Victoria era perfeccionista. Cuando los actores pensaban que estaba listo, lo continuaba. Y no abandonaban los ensayos, sino que se mantenían”, relató Robledo de quien estrenó mundialmente la obra ‘El Público’ de Federico García Lorca.