Iris Apfel, icono de la moda, diseñadora y socialité neoyorquina, falleció este 1 de marzo a los 102 años en su casa de Palm Beach, Florida. Vivió una vida longeva y extraordinaria, llena de color y extravagancia, y celebró cada momento de su existencia.
Apasionada, creativa y única, así es como las personas definen a Iris Apfel, quien falleció este viernes, 1 de marzo, a sus 102 años. Este icono de la moda, del barrio neoyorquino de Queens, era reconocida por sus enormes gafas de pasta negra, su complemento favorito para cada ocasión.
Fue a través de su cuenta de Instagram donde se dio a conocer la lamentable noticia, en la cual se colocó una fotografía de Iris luciendo un vestido negro y dorado, complementando su look con sus gafas negras; los labios y las uñas rojas completaron el look.
“Iris Barrel Apfel, 29 de agosto de 1921 – 1 de marzo de 2024”, dice la foto. Stu Loeser, portavoz de su patrimonio, confirmó la noticia al New York Times y reveló además que falleció en su casa de Palm Beach, Florida. La causa de su muerte se desconoce.
Apfel estudió historia del arte en la Universidad de Nueva York y asistió a la escuela de arte de la Universidad de Wisconsin. “Tuve un curso de arte fabuloso, donde me explicaron que nada existe en el vacío, que todo es el resultado del período en el que se hace: la economía, la sociología, la política…”, dijo a Vogue en 2014. Después trabajó para Women’s Wear Daily y para la diseñadora de interiores Elinor Johnson y, en un momento dado, ayudó al ilustrador de moda Robert Goodman.
Una vida con estilo
Con más de tres millones de seguidores en Instagram, la también modelo siguió dando lecciones de tendencias y maquillaje hasta los últimos momentos de su vida. Su hipnótico atractivo fue descubierto en una retrospectiva de su colección personal titulada “Iris Apfel: Rara Avis”, explorando su estilo, prendas y accesorios presentada por el Metropolitano de Nueva York (MET), en 2005, cuando Apfel contaba con 84 años. Desde entonces, materializó campañas de joyería, moda e incluso de helados.
Diez años después, en 2015, se estrenó en Netflix la película documental “IRIS” del director Albert Maysles. Esta película explora la creatividad y cómo continúa siendo una fuente de inspiración incluso en la vejez. El entusiasmo de Iris hacia la moda, el arte y sus relaciones sociales nos recuerda que la moda y la vida no son más que un experimento.
En 2016, fue galardonada con el Women Together Special Award of the Year de las Naciones Unidas y en 2017 apareció en “If You’re Not In the Obit, Eat Breakfast”, un documental que muestra historias de personajes mayores de noventa años que demuestran su alegría de vivir y cómo envejecer con estilo.
“Soy una persona que lo hace todo movida por sus entrañas. Cuando me visto, también. Improviso y no hago estrategias. Puede que para otra persona no funcione, pero yo jamás juzgo a la gente. Si funciona para ti, no agonices, sé feliz. Es mejor ser feliz que ir bien vestido”, declaró Apfel.
Si bien es cierto que se dio a conocer con una exposición en el MET en 2005, un hito que la condujo a ser llamada por grandes firmas de moda y joyería como H&M (en 2022), sus inicios en el sector están ligados a Carl Apfel, con quien se casó en 1947 y con quien fundó Old World Weavers, negocio textil con el cual ambos consiguieron abrir las puertas de la Casa Blanca para decorarla, además de unir pasiones con leyendas como la icónica intérprete Greta Garbo.
Defensora del maximalismo y los accesorios XXL
Enormes lentes redondos (entre los que se encuentran sus gafas de pasta, un complemento que convirtió en seña de identidad), estridentes bordados, pesados collares y pulseras, piezas de abrigo de grandes dimensiones, coloridos y exuberantes estampados, lápices de labios en rojos vibrantes y una personalidad carismática, son elementos clave en la configuración de su personalidad. Iris Apfel enseñó al mundo a jugar con todo el espectro cromático, sin excepciones, y sus razones eran obvias: “El mundo puede ser un lugar gris, por lo que los colores, patrones y texturas son una forma de darle vida y un poco de diversión. Lo mismo ocurre con el maquillaje: quiero que mis lápices labiales sean lo más brillantes y atrevidos posibles”.
“En los años 40, fui probablemente la primera mujer en llevar vaqueros”, contó Apfel a Tavi Gevinson en “Iris”. “Me dije: ¿no sería maravilloso tener un gran turbante y unos pendientes de aro muy grandes que pudiera llevar con una bonita camisa y unos vaqueros?”.
Una eterna adolescente
En 1947, llevó un vestido negro de Norman Norell en su primera cita con Carl: “Todavía llevo el vestido que llevé en mi primera cita con mi esposo, y han pasado 68 años. Le saco mucho partido a mi ropa”, declaró a Vanity Fair en 2015. Entrevistados juntos en “Iris”, él dijo: “Había algo en ella que se me metió dentro; siempre está ahí”, a lo que Apfel responde: “Yo pensé que era guay, y mimoso, y cocinaba chino, así que no podía ser mejor”.
Se casaron el 22 de febrero de 1948 y montaron el negocio dos años después, tras buscar una tela que no existía. Apfel llamó al padre tejedor de una amiga para que le hiciera el diseño. Tuvo tanto éxito que los Apfel decidieron abrir Old World Weavers, la cual producía réplicas de telas de los siglos XVII, XVIII, XIX y principios del XX. Su clientela incluía desde el Departamento de Estado hasta Jackie Kennedy y Greta Garbo. La pareja nunca tuvo hijos, y Apfel reflexionaba en “Iris”: “No quería que mi hijo fuera criado por una niñera, y no se puede hacer todo, es imposible”.
Además, se autodenominó “la adolescente viva más vieja del mundo” hasta el final. “Estoy asombrada de mi vida a estas alturas del partido”, dijo a The Times en 2019. “Es como vivir en un cuento de hadas”.