La idea de pasar tus últimos años en compañía de aquellos con quienes has compartido tantas experiencias y risas puede ser muy atractiva.
Muchos soñamos con la idea de tener una casa grande con habitaciones para cada uno de nuestros buenos amigos, donde las tardes pasen entre charlas amenas, juegos de mesa y cenas compartidas. Además, se podrían organizar excursiones juntos, viajar a lugares que siempre han querido visitar y disfrutar de la jubilación al máximo.
El senior cohousing es una forma innovadora de vivienda. También conocido como vivienda colaborativa para personas mayores, este concepto ha ganando popularidad y ofrece una alternativa atractiva y enriquecedora para las personas en su etapa de jubilación.
En un entorno de senior cohousing, un grupo de adultos mayores decide unirse y compartir una comunidad, donde cada uno tiene su propio espacio privado, pero también tienen áreas comunes que promueven la interacción y la participación activa. Estas áreas comunes pueden incluir salas de estar, cocinas compartidas, jardines y espacios de recreación. La idea es fomentar la conexión social y el apoyo mutuo entre los residentes. Al vivir en comunidad, se crean lazos fuertes y duraderos, lo que reduce la sensación de soledad y aislamiento que a menudo experimentan los adultos mayores en nuestra sociedad actual.
Claramente, el aumento de la esperanza de vida y los cambios en la estructura familiar han llevado a un incremento significativo de personas mayores que viven solas. La soledad en la tercera edad es un problema real y generalizado, estando asociada a diversos riesgos tanto físicos como emocionales.
Un aspecto importante a tener en cuenta es que la soledad no siempre depende de la cantidad de personas que rodean a una persona mayor, sino de la calidad de las relaciones que establece. Sentirse conectado y apoyado emocionalmente es crucial para disfrutar de una vejez saludable y satisfactoria.
Un concepto creado en Dinamarca
El cohousing nació en los años 70 en Dinamarca y Holanda. Inicialmente, la idea era albergar a parejas jóvenes para que se ayudasen mutuamente con los niños y las tareas del hogar. En los años 80 comenzó a extenderse a otros países como Suecia, Alemania o Canadá. Pero en Europa y Estados Unidos la idea se ha vuelto especialmente popular no tanto entre los jóvenes, sino entre las personas mayores.
Beneficios
La soledad es habitual entre las personas de la tercera edad. En Estados Unidos, por ejemplo, 11 millones de personas mayores de 65 años—más de un tercio del total— viven solos.
Muchos estudios han relacionado la soledad con la muerte prematura y con problemas de salud como presión arterial elevada y un peor rendimiento cognitivo.
Un estudio realizado en Finlandia asegura que las personas mayores que viven solas tienen el doble de posibilidades de desarrollar demencia.
Según los investigadores, tener una vida social activa se relaciona con un menor riesgo de deterioro cognitivo.
El senior cohousing puede ayudar a desarrollar estas relaciones afectivas, sobre todo en casos de personas que no tienen familia o pareja. Además, es mucho más seguro que vivir solo.
¿Exiten desventajas?
Si, el senior cohousing también tiene sus inconvenientes.
Es importante recordar que estas comunidades no ofrecen el mismo nivel de cuidados que un centro de residencia para personas mayores.
Si bien el aspecto comunitario significa que los residentes pueden obtener ayuda de sus vecinos para necesidades pequeñas, la atención no es la misma que en un sitio especializado de cuidados.
También puede ser difícil encontrar este tipo de comunidades, ya que crear este modelo de viviendas requiere tiempo, esfuerzo y dinero.
Si tienes claro que quieres vivir con tus amigos de toda la vida cuando envejezcas, puede que sea hora de que comiences a organizar tu propio “cohousing”.