La verdad sobre la esterilización felinaDerribando mitos y protegiendo la salud de los gatos
Por Dra. Karina Rosa
Veterinaria encargada de educación científica en Royal Canin
La esterilización o castración de gatos es una de las decisiones más responsables que puede tomar cualquier tutor felino. Si bien el principal objetivo de esta intervención quirúrgica es evitar embarazos no deseados y la sobrepoblación, sus beneficios van mucho más allá. Este procedimiento, que debe ser realizado exclusivamente por veterinarios licenciados en instalaciones adecuadas, es seguro, rápido y con bajo riesgo.
Además de contribuir al control poblacional y prevenir el abandono de camadas, la esterilización reduce el riesgo de ciertas enfermedades y ayuda a evitar comportamientos molestos asociados al celo, como los maullidos persistentes en las hembras o el marcado de territorio con orina en los machos. A pesar de sus múltiples ventajas, aún persisten algunos mitos que generan dudas. A continuación, los desmontamos uno a uno.
Mito: Los gatos que no salen de casa no necesitan esterilización
La vida en interiores no elimina el instinto sexual. Los gatos sin esterilizar pueden intentar escapar para aparearse, exponiéndose a peleas, accidentes o enfermedades. Además, seguirán mostrando comportamientos como el marcaje y la vocalización excesiva.
Mito: La esterilización elimina el instinto de caza
El deseo de cazar en los gatos es innato. No depende de sus hormonas, sino de su genética y estímulo ambiental. Los gatos esterilizados siguen cazando insectos, juguetes o incluso presas si tienen acceso al exterior.
Mito: Los gatos esterilizados se vuelven sedentarios y obesos
El aumento de peso no es una consecuencia inevitable de la esterilización, sino del exceso de alimento y la falta de actividad. Existen dietas específicas para gatos esterilizados que, combinadas con el juego y el ejercicio, ayudan a mantener un peso saludable.
Mito: Las gatas deben tener al menos una camada antes de ser esterilizadas
No hay ninguna base médica que respalde esta creencia. Al contrario, esterilizar antes del primer celo disminuye significativamente el riesgo de padecer cáncer de mama, así como enfermedades uterinas y ováricas.
Mito: Las gatas solo pueden quedar preñadas una vez al año
Las gatas pueden tener varias camadas al año y quedar preñadas a partir de los cuatro meses. Por eso, es fundamental esterilizarlas antes de que alcancen la madurez sexual.
Mito: La esterilización cambia la personalidad del gato
La esencia del animal permanece. Los gatos no se vuelven otros tras ser esterilizados. Sí pueden volverse menos territoriales, más tranquilos y menos propensos a pelear, pero su afecto y comportamiento básico siguen intactos.
Mito: Esterilizar a un gato es muy caro
El costo varía según la clínica y la región, pero no es un procedimiento inalcanzable. Además, existen protectoras y organizaciones que lo ofrecen a precios accesibles o incluso incluyen la esterilización en procesos de adopción.
En resumen, la esterilización es una intervención que mejora la calidad de vida de los gatos, previene enfermedades y comportamientos indeseados, y contribuye a la protección de la fauna y el bienestar animal en general. Consultar siempre con un veterinario es el primer paso hacia una decisión informada y responsable.








