El estudio GEM 2024 revela un cambio generacional en el perfil emprendedor y reclama políticas más inclusivas para adultos mayores
Por José E. Maldonado Marrero
SAN JUAN, Puerto Rico – Puerto Rico vive un giro en su panorama empresarial: cada vez más personas mayores de 45 años están emprendiendo, incluso superando en proporción a los más jóvenes. Así lo confirma el Global Entrepreneurship Monitor (GEM) 2024, estudio presentado esta semana por la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras (UPRRP) con el respaldo del Banco Popular y el Departamento de Desarrollo Económico y Comercio (DDEC).
“Este grupo tiene más experiencia, más redes y en muchos casos capital propio. Pero también enfrenta barreras que otros no, desde el acceso a financiamiento hasta las exigencias tecnológicas”, explicó la doctora Theany Calderón, profesora e investigadora principal del estudio.
El GEM reveló que mientras la intención de emprender aumentó a 46.5% en 2024, se redujo la participación entre personas de 18 a 34 años y aumentó marcadamente entre quienes tienen entre 45 y 64 años. Para Calderón, este fenómeno refleja tanto las presiones del mercado laboral como las oportunidades que ofrece el emprendimiento como vía de reinvención.
“Muchos de estos emprendedores comenzaron su primer negocio a los 10, 15 o 25 años. Lo que están haciendo ahora es retomar esa ruta, pero con otra visión de vida”, añadió Calderón.
Pero el panorama no es del todo positivo. El 46% de los encuestados mayores de 45 años considera que no hay suficientes recursos ni apoyo para personas de su edad interesadas en emprender. Los incentivos siguen dirigidos mayormente a jóvenes, y los servicios de apoyo no siempre están adaptados a las necesidades de adultos mayores.
La doctora Alín Hernández, también coinvestigadora del estudio, lo puso en contexto: “Los adultos mayores están emprendiendo por necesidad económica, por independencia, por autorrealización. Pero a menudo no se sienten incluidos en el ecosistema. Si no adaptamos los programas, les estamos fallando”.

Este cambio generacional requiere una transformación en cómo se diseñan los programas de fomento empresarial. Nerma Albertorio, quien moderó el panel de expertos durante la presentación del GEM, explicó que trabajar con adultos mayores implica adaptar hasta las herramientas más básicas.
“Tengo participantes de más de 60 años que me envían tareas en voice notes o por fotos escritas a mano. Eso no es falta de capacidad, es falta de accesibilidad tecnológica”, expresó. “Tenemos que cambiar la manera en que acompañamos a esta población”.
El economista Mario Marazzi destacó la importancia de este segmento como capital humano que no puede desaprovecharse.
“Con ajustes mínimos —enseñar a escanear con un celular, configurar un perfil de LinkedIn— podríamos lograr que este grupo emprendedor siga aportando con fuerza. No debemos permitir que se devalúe su conocimiento solo por brechas tecnológicas”.
A pesar de los retos, el estudio también refleja que las mujeres emprendedoras —incluyendo las mayores— reportan mejor acceso a recursos que en años anteriores, lo que marca un progreso importante en equidad de género.
Los resultados completos del GEM estarán disponibles en octubre de 2025 a través de gem.uprrp.edu, y permitirán analizar con más profundidad este cambio en el empresarismo local.
“Puerto Rico tiene un recurso invaluable en su población adulta. El empresarismo silver no es una moda: es una realidad estructural. Y es hora de responderle con políticas igual de estructuradas”, concluyó Calderón.







