La primatóloga británica falleció a los 91 años en California. Su trabajo en Gombe cambió la ciencia y su activismo inspiró a millones.
El mundo de la conservación despide a Jane Goodall (1934–2025), pionera de la etología y voz incansable por la naturaleza. El Instituto Jane Goodall confirmó que murió a los 91 años por causas naturales mientras estaba en California como parte de una gira de conferencias. Medios internacionales precisaron que se encontraba de visita en EE. UU. cuando ocurrió su deceso.
La científica que cambió la manera de estudiar a los grandes simios
Durante más de seis décadas, Goodall siguió a los chimpancés en libertad en el Parque Nacional Gombe (Tanzania) y documentó hallazgos que sacudieron a la ciencia: los chimpancés usan herramientas, cazan y muestran complejas relaciones sociales. Su mirada paciente y respetuosa abrió la puerta a reconocer personalidades y emociones en otros animales.
En 1977 fundó el Jane Goodall Institute para sostener la investigación y, con los años, amplió su misión hacia la conservación comunitaria. En 1991 creó Roots & Shoots, una red global que empodera a jóvenes para actuar en favor de personas, animales y ambiente.
Un legado que abraza
La imagen de la chimpancé Wounda abrazando a Goodall en 2013, instantes antes de ser reintroducida en una isla santuario del Congo, se volvió símbolo de gratitud entre especies y de segundas oportunidades.
Reconocimientos que cuentan historias
Su trabajo fue reconocido en todo el mundo. Entre los hitos, recibió el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 2003 y fue nombrada Dama del Imperio Británico (DBE) y Embajadora de la Paz de la ONU. Más que condecoraciones, fueron avales a una vida dedicada a tender puentes entre ciencia y compasión.
Goodall repetía una frase que hoy nos interpela:
“Lo que haces marca la diferencia, y tienes que decidir qué tipo de diferencia quieres marcar.”
Que su despedida sea un llamado a la acción serena y constante que tanto promovió.








