Más del 50 % de las personas mayores que alquilan enfrentan condiciones de vulnerabilidad habitacional, según nuevos datos presentados en foro de ACODESE
SAN JUAN, Puerto Rico – Puerto Rico enfrenta una emergencia habitacional que afecta desproporcionadamente a las personas mayores de 50 años, particularmente a quienes alquilan sus viviendas.
Según datos presentados por Anitza M. Cox Carreto, directora de la División de Análisis y Política Social de Estudios Técnicos, el 53% de los adultos de 65 años o más que viven alquilados experimenta algún tipo de vulnerabilidad relacionada con su hogar. Entre las personas de 50 a 64 años, la cifra asciende a 46%.
“Las condiciones de vivienda no pueden desligarse del envejecimiento”, advirtió Cox Carreto durante su presentación en el foro Seguros de Salud y Vida: Evaluando hacia el futuro, organizado por la Asociación de Compañías de Seguros de Puerto Rico (ACODESE). Añadió que el 27% de los hogares en la isla presenta al menos una condición de vulnerabilidad habitacional, ya sea por deterioro estructural, sobrecarga económica o falta de accesibilidad.
Uno de los factores críticos es la antigüedad del inventario residencial: la mediana del año de construcción de los hogares es 1978. Esto plantea desafíos importantes en cuanto a mantenimiento, eficiencia energética y adaptación para personas con movilidad limitada. Actualmente, el 49% de los adultos mayores tiene alguna discapacidad, y el 26% vive solo, lo que eleva el riesgo ante emergencias o condiciones inseguras.
Según el American Community Survey más reciente, el 32% de los hogares en Puerto Rico están ocupados por inquilinos. De esos, el 29.8% paga una renta mensual inferior a $300, mientras que casi la mitad (47.5%) está en el rango de $300 a $599. Para muchos, esos costos representan una carga significativa: el 39% de los adultos mayores vive bajo el nivel de pobreza y su ingreso mediano anual es de apenas $20,859.
Estudios Técnicos también presentó un índice de vulnerabilidad social que muestra altos niveles de fragilidad en municipios del sur y centro de la isla. El análisis geográfico revela que en pueblos como Maricao, Adjuntas y Yauco, más del 54% de los jefes de hogar mayores de 65 años viven bajo el nivel de pobreza.
“El país necesita reorientar su política de vivienda para responder a la realidad demográfica actual”, concluyó Cox Carreto. Entre las recomendaciones están ampliar modelos de aging in place, rehabilitación de estructuras existentes, vivienda intergeneracional y acceso equitativo a subsidios de renta y servicios.








